HIPERBREVEDAD.
La creación de un nanorrelato/microrrelato se basa en la reducción de una historia al estado puro, a su germen narrativo. En la gran mayoría de ocasiones, lo que se narra es el final, permitiendo que el lector imagine el resto de la trama.
- Baby shoes: “Se venden: zapatos de bebe, sin usar”. (Ernest Hemmingay)
- El emigrante: “¿Olvida usted algo?-¡Ojalá!” (Luis Felipe Lomeli)
- El hombre invisible: «Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello». (Gabriel Jiménez Emán)
- Autopsia: «No tenía rastros de haber sido feliz» (Luciano Daniele)
- Cuento de terror: «Me desperté recién afeitado». (Andrés Neuman)
- Distancias: «Ella era alta, él menudo. Su amor era un abismo». (Daniel La Parra Casado)
- Toque de queda: «-Quédate -le dije. Y la toqué», (Omar Lara)
- Designio: «Entonces dijo: «¡Que se haga el automóvil!». Y la ciudad se deshizo». (Armando Páez)
- Olvido confirmado: «Recuérdalo, por las dudas: todos los escritores inmortales se han muerto». (Fernando Aínsa)
- Autobiografía: «Yo». (Áloe Azid)
- ¡Sorpresa!: «La primera mañana después de mi muerte…» (José Costa Santiago)
- Corazonada: «Rápido -dijo-, arrojad a ese río las cenizas del Fénix». (Antonio Cabrera)
- Cuento de terror: «Cuando quisimos darnos cuenta, todos éramos funcionarios». (Óscar Sipán Sanz)
- In extremis: «Logré besarla. Total, era el fin del mundo». (Ignacio Cañas Hernández)
- Con cartuchos de tinta…: «Venció a los de pólvora». (Beatriz Egea)
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